La finalidad de la educación en el método Montessori es lograr el desarrollo pleno e integral de la personalidad del niño, y de todas las dimensiones que le configuran como persona y le ayudan a la apertura y la relación con los otros. Por ello le da gran relevancia a la educación para la vida y la convivencia, considerando a la educación como una tarea personal, en la que el sujeto de la educación debe implicarse y sentirse protagonista. El alumno es el centro y el fin del proceso educativo, y el educador debe tener con cada educando una actitud cercana, de escucha y de atención a la vida.
En la pedagogía Montessoriana se educa para la vida. La filosofía Montessori es “Una Educación para la vida, en la formación de individuos preparados para vivir en sociedad”, además de ser transmisora de saber, de cultura y de socialización, también es un lugar de vida, y debe estar orientada y preparar para vivir y para convivir, de forma que a los alumnos se les entrene para la vida, para desarrollar su propio proyecto de vida y se les capacite para convivir construyendo unas relaciones con mayor densidad y calidad humana.
El rol del educador en la pedagogía Montessori es ser un guía cercano facilitador de los aprendizajes para los estudiantes que descarte las rutinas y las recetas, debe enseñar con amplio criterio a su vez debe ser observador un mediador, orientador e investigación de los aprendizajes. Mientras que el del alumno es de quien construye su propio conocimiento es el agente generador de su propio conocimiento participa como un agente activo y participativo en la enseñanza.
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